domingo, 12 de mayo de 2013

Superación personal constante.



Extraído del Hagakure.

Yagyu, el maestro de la Vía de Sable, que enseñaba al Shogun Tokugawa, decía:
“No sé cómo superar a los otros. Todo lo que sé es cómo superarme a mí mismo”.
Él decía:
“Hoy, yo soy mejor que ayer, mañana todavía seré superior”.


Constantemente  la sociedad pretende que se busque el mayor éxito posible en cualquier empresa que emprendemos, pero en mi opinión se focaliza erróneamente esa finalidad de llegar a lo más alto, pues da la impresión de que aquello que se espera realmente es el éxito reflejado en la aprobación de los demás, es decir, que lejos de obtenerse el reconocimiento al trabajo y al esfuerzo propiamente dicho (El camino andado) lo que se contabiliza es el nivel de éxito obtenido, como si se tratase de una especie de fin de ciclo. ¿El fin justifica el medio? Personalmente creo que no.

Lo provechoso de estas palabras dichas por el maestro Yagyu es el tratar de hacer un ejercicio de introspección y no verse reflejado en los demás, ni para ser objeto de comparaciones ni para recibir elogios (banales o no), ni por supuesto autoimponerse metas que de ser conseguidas sólo coartarán todo el potencial del que se dispone realmente pues nos alejaría de la continuidad que debería acompañarnos hasta el fin de nuestros días.  La progresión que se obtiene, lenta y con constante esfuerzo, es el objetivo real, una consecución de pequeños objetivos diarios que se resumen en qué; “ Si hoy soy mejor que ayer,  hice un buen trabajo”.
Cuando al conseguir un objetivo y este se compara con el logrado por la gente de nuestro alrededor se corre el peligro de sufrir lo que llamo el “Síndrome de las Orejeras de Burro” pues sólo logramos ver una pequeña parte del conjunto y esto nos impide disfrutar de una mirada periférica del conjunto que siempre será más provechosa que “atravesarse” mentalmente en la propia frustración.

Por eso, en resumen,  estas frases de maestro Yagyu son pequeñas joyas para protegernos del mayor de nuestros enemigos;  Nostros mismos.

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